La región que rodea a la Península de Mejillones se caracteriza por la existencia de importantes sistemas de fallas terrestres y marinas. Un grupo internacional de expertos, donde participaron científicos chilenos, encontró que el evento sísmico de magnitud 8.1 ocurrido en Antofagasta hace 25 años, sería el origen de una falla geológica que podría, además, hacer más grande un tsunami después de un terremoto de subducción.
Para mejorar la comprensión de los procesos sismotectónicos que afectan a esta península en Chile, los investigadores –entre ellos el geólogo de la Universidad Católica del Norte e investigador de CIGIDEN Pablo Salazar–, construyeron un nuevo catálogo de réplicas del terremoto de Antofagasta de 1995. En la investigación participaron, además, científicos de el Departamento de Geofísica de U. de Chile, el Karlsruhe Institute of Technology de Alemania, el Massachusetts Institute of Technology (MIT) EE.UU. y el European-Mediterranean Seismological Centre de Francia.
Splay Faults
A partir del análisis de los datos sismológicos proporcionados por las redes sismológicas alemanas CINCA y Task Force, la red chilena MEJIPE y el Centro Sismológico Nacional (CSN), los científicos determinaron que la falla tipo “splay fault” hallada en la Península de Mejillones, fue activada por este terremoto.
Según explica el autor principal del estudio «Seismicity in the upper plate of the Northern Chilean offshore forearc: Evidence of splay fault south of the Mejillones Peninsula», el investigador postdoctoral del Departamento de Geofísica (DGF) de la Universidad de Chile, Francisco Pastén-Araya, las “splay faults” son estructuras grandes cuyo origen se relaciona con el contacto entre placas tectónicas.
“Estas suelen activarse luego de un terremoto de subducción con consecuencias graves, como un aumento en el riesgo de la generación de tsunamis. Sin embargo, tampoco se descarta que estas fallas puedan activarse sin la ocurrencia de un terremoto de subducción”, advirtió el experto en la publicación.
Comportamiento geológico
El doctor en geofísica, Pablo Salazar, complementa que el descubrimiento de esta falla “nos daría una idea de la distorsión del fondo oceánico y con ello se podría modelar de mejor manera y más detallada, la propagación de un tsunami y estimar si este puede ser de carácter destructivo o no”.
Asimismo, destaca el experto CIGIDEN, la importancia de estudiar el comportamiento geológico del medio en el que se encuentra esta falla, ya que a partir de ello se puede inferir dónde puede acumularse el esfuerzo y donde se libera el mismo. “Podríamos tener una idea de donde el medio está hidratado y por ende, podría aumentar la tasa de sismicidad en esas áreas”, explica.
Para Salazar, el aporte de esta investigación para la gestión del riesgo de desastre es saber que la sismicidad no solo se produce en el límite de la interplaca, sino que puede estar relacionada a estructuras de la corteza continental. “Esta investigación nos abre la ventana del conocimiento al considerar que estos fenómenos pueden ser generadores de tsunamis importantes. Por ello vale la pena estudiarlos con detención”, concluye.