Solo seis grados de temperatura y un incipiente sol que comenzaba a cubrir una inhóspita ladera en Yerba Loca –donde descendió el helicóptero–, fue la bienvenida para un grupo de científicos y científicas de CIGIDEN que estudian las multiamenazas en la Cuenca del Río Maipo.
Para poder conocer in situ antiguos deslizamientos y otras señales geológicas, los investigadores realizaron un sobrevuelo en helicóptero recorriendo el piedemonte de Santiago, el sector de El Manzano, río Colorado, el estero Parraguirre y las zonas altas de la cordillera en Santiago, para terminar en el valle de Yerba Loca, ubicado en la comuna de Lo Barnechea.
El sobrevuelo y el terreno, que se enmarca en el proyecto FONDEF “Mapa de multiamenazas en la cuenca del Río Maipo”, permitió acceder a un sector inaccesible a pie y visualizar áreas que solo habían podido observar a través de imágenes satelitales, asegura la investigadora CIGIDEN y doctora (c) en geología UCN, Francisca Roldán.
“En un corto periodo de tiempo, complementa la experta, pudimos estudiar y comprender mejor distintos ambientes geomorfológicos y geológicos. Los geólogos trabajamos a través de las muestras de terreno y la comprensión visual del área, por lo que esta visita nos permite aumentar el nivel de detalle y exactitud que vamos a plasmar en los mapas de riesgo y amenaza que estarán disponibles para la comunidad y los tomadores de decisiones”, planteó.
Estudio de multiamenaza
El investigador CIGIDEN y académico UC, Felipe Aroon, complementa que el estudio de multiamenazas nace justamente, de la necesidad de hacer accesible la información respecto a amenazas socionaturales a la población de manera integrada y considerando un gran territorio como lo es la Cuenca del Río Maipo, donde se conjugan diversos procesos hidrometeorológicos y tectónicos.
Por lo mismo, agrega Francisca Roldán, el proyecto se ha estructurado para entender la cuenca del río Maipo, que considera un territorio de más de 15 mil kilómetros cuadrados, con el objetivo de que las personas puedan visualizar en los mapas, aquellas zonas susceptibles a los impactos de las amenazas naturales a las que están expuestos.
Una de las amenazas estudiadas, son los sismos, «que pueden generar una agitación en el suelo en Yerba loca, donde estamos parados y desestabilizar la pared del cerro, que ya está desestabilizada», advierte, el subdirector de CIGIDEN y académico de geología UCN, Gabrel González. “Esto lo hemos observado a simple vista en las grietas que se han ido propagando hacia el sur y probablemente, acá hay una fractura que está permitiendo el deslizamiento de sedimentos, puesto que las capas de las rocas estratificadas tienen una pendiente en favor hacia la quebrada”, explica.
Deslizamientos en Yerba loca
El doctor en geología y quien estuvo a cargo de liderar el sobrevuelo, señala que si se llegasen a activar los deslizamientos en el valle de Yerba Loca, las zonas urbanas cercanas podrían verse gravemente afectadas: “El deslizamiento, puede afectar aguas abajo por el estero de Yerba Loca, hacia el camino a Farellones e incluso más abajo, dependiendo de la cantidad de agua que acompañe al sedimento movilizado en esa dirección”.
A partir de esta visita, el Gabriel González sugiere que el monitoreo de estos sectores es muy relevante y recuerda que en noviembre 1987 ocurrió un gran deslizamiento en el estero Parraguirre ubicado en el Cajón del Maipo. “Ese año hubo un intenso periodo de “El Niño”, que generó mucha acumulación de nieve, la que al derretirse con el aumento de la temperatura, generó una presión en las capas verticales del cerro y produjo un gran aluvión que llegó hasta los Maitenes provocando más de 20 fallecidos”, explica el doctor en geología.
Asimismo, Felipe Aroon, hizo hincapié en la necesidad de que se otorguen fondos públicos y privados a la investigación de amenazas y desastres socionaturales: “Hasta el momento las respuestas en torno a las fallas tectónicas de esta zona están basadas en la presencia de una falla que se ha movido en el pasado (San Ramón), pero necesita más estudios e inversión para la investigación. Esto para que la evidencia científica sea transferida de forma responsable a quienes regulan las construcciones en Santiago y, de esta manera, conocer dónde es peligroso construir o no y cuál es el alcance del riesgo”.