Cómo lidiar con las amenazas de origen natural durante el verano

La importancia de autoevacuar y seguir con inmediatez las indicaciones de la autoridad a cargo en caso de una emergencia, son algunas de las recomendaciones de las investigadoras e investigadores del Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastres. 

El territorio nacional -de cordillera a mar- se caracteriza por la presencia de volcanes, ríos y cautivadoras costas, además de una gran biodiversidad, que en su conjunto forman atractivos paisajes para visitar durante los días estivales. 

En este contexto, siempre es importante informarse y estar debidamente preparado para saber cómo actuar, ante diversas amenazas de origen natural, como son un terremoto, tsunami, aluvión, erupción volcánica o inundación, entre otras. 

¿Cómo reconocer la diferencia entre un terremoto y un temblor? por ejemplo. Según el académico de Geología UCN e  investigador principal de CIGIDEN, Gabriel Gonzalez, un terremoto causa daños estructurales que pueden colapsar y generar pérdidas humanas importantes, mientras que un temblor es un movimiento no destructivo. 

El académico de Ingeniería Hidráulica UC y director de CIGIDEN, Rodrigo Cienfuegos, en tanto, destaca la rapidez con la que pueden llegar las olas de un tsunami, por lo que subraya la importancia de evacuar a terrenos elevados y seguros en caso de un terremoto fuerte. 

Conocer las vías de evacuación y autoevacuar 

A juicio del geólogo UCN e investigador CIGIDEN, Gabriel Ureta, identificar las señaléticas y vías de evacuación o conocer la distancia adecuada para acercarse a un volcán y su estado de actividad, son algunos datos fundamentales para visitar los atractivos de nuestro país, de manera más segura, ya que, “la prevención y la preparación, junto con la familiarización de estas medidas, son cruciales para responder eficazmente en una emergencia”, asegura. 

En la misma línea, el académico USM e investigador principal CIGIDEN, Patricio Catalán, explica que a diferencia de otros países, los terremotos en Chile pueden generar tsunamis cercanos a la costa, por lo que evacuación preventiva, es decir, antes de recibir la alerta técnica SAE, puede ser vital. 

“El problema con la alerta técnica, es que el terremoto se demora en viajar, y para caracterizar su magnitud y epicentro, es necesario esperar a que el sismo finalice. En Chile, esta evaluación puede durar entre tres a cinco minutos, por lo que la primera alerta puede demorar  ocho minutos, a partir de que ocurra el terremoto”, advierte Patricio Catalán. 

Revisar el tiempo: 

Debido al Cambio Climático, durante el verano también se pueden presentar fuertes precipitaciones, las que pueden desencadenar en el desarrollo de aluviones (tal como ocurrió en el Cajón del Maipo en 2021) e inundaciones. 

Para prevenir tener experimentar alguno de estos desastres, es importante estar informado del tiempo, mediante las alertas meteorológicas, aplicaciones para celular y consultar los mapas de impacto, proporcionados por el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (SENAPRED) y el Servicio Nacional de Geología y Minería (SERNAGEOMIN)

“Al escuchar ruidos en las quebradas, también es fundamental evacuar de inmediato”, indica la doctora © Geología UCN e investigadora CIGIDEN, Francisca Roldán. 

Olas de calor 

Hasta el 29 de enero de 2024, ya han sido afectadas 1825.57 hectáreas, según el último reporte de incendios forestales de la Corporación Nacional Forestal (Conaf).

El calor extremo ha sido una de las amenazas que recientemente está llamando más nuestra atención. Las olas de calor son cada vez más frecuentes, convirtiéndose en una de las condiciones climáticas que acrecienta el riesgo de incendios forestales, por ejemplo, además de problemas para la salud. El académico del Departamento de Arquitectura USM e investigador principal de CIGIDEN, Jorge León, explica que la falta de humedad, las altas temperaturas, junto al exceso de viento, serían algunos factores dominantes en el desarrollo de un incendio forestal. 

“Para evitar un incendio, las personas que viven en zonas que limitan entre lo urbano y lo rural, deberían tener a lo menos, los 40 metros próximos de su vivienda, despejados de vegetación y/o elementos inflamables y que pueden propagar el fuego rápidamente, como el caso de hierbas, arbustos, matorrales, maleza u otros escombros y basura”, explica Jorge León de CIGIDEN. 

Asimismo, la doctora © en Sociología UC e investigadora CIGIDEN, Katherine Campos, recalca que para que los procesos de prevención sean oportunos y efectivos, deben ser liderados por los gobiernos locales, a través campañas informativas sobre vías de evacuación y medidas comunitarias, que consideren el contexto y los conocimientos que tienen las comunidades para enfrentar los desastres.