En un país sísmico como Chile, una estrategia eficaz para prepararse para la ocurrencia de eventos extremos es mediante la generación de escenarios sísmicos. Estos escenarios, desarrollados con procedimientos computacionales, simulan el efecto que tendría un potencial terremoto en un lugar específico. Los modelos simulan el movimiento sísmico del suelo y el impacto final que produciría el terremoto en las edificaciones, líneas vitales (agua, electricidad) e infraestructura crítica (hospitales, colegios, estaciones de carabineros, etc.). Éstos también simulan la generación de tsunami y sus posibles consecuencias. En particular estos últimos son importante para planificar el proceso de evacuación.
Por lo tanto, un escenario sísmico y de tsunami se convierte en una herramienta útil para disminuir las potenciales consecuencias, minimizando su impacto sobre las personas. A nivel mundial, ciudades como Seattle, Nueva York y el estado de California cuentan con escenarios sísmicos que han permitido formular medidas para mitigar las consecuencias de un potencial terremoto. Ahora es la oportunidad de Iquique.
Trabajar en un escenario sísmico de Iquique, para CIGIDEN –un centro de investigación de excelencia de CONICYT y financiado a través del programa FONDAP–, es la partida de un trabajo científico que puede replicarse en todo el territorio costero nacional. Justamente la Región de Tarapacá, específicamente la ciudad de Iquique, se ubica en una de las lagunas sísmicas más grandes del Pacífico, está región no ha experimentado un gran terremoto de magnitud mayor a 8,5 desde 1877. En consecuencia, la energía sísmica acumulada en esta zona de convergencia de placas tectónicas podría ser suficiente para la ocurrencia de un terremoto de gran magnitud, en un tipo cercano. Modelos probabilísticos, indican que en los próximos 60 años existe la probabilidad de un 50% de que ocurra un terremoto grande en el norte de Chile. Por lo tanto, la ciudad y el país, deben prepararse. El desafio es grande, Iquique tiene la oportunidad de transformar esta amenaza en una oportunidad.
El posible escenario sísmico –cuya selección se fundamenta en el conocimiento más avanzado existente hasta el momento–, se realizó considerando un terremoto de magnitud de momento de 8,9, con epicentro localizado al sur de la ciudad de Iquique y cuya profundidad del foco sería de 21 km. El movimiento sísmico simulado genera un tsunami con olas que superan los cinco metros de altura.
Las simulaciones de tsunami permiten dar énfasis es aspectos tan relevantes como que las primeras olas producidas por el terremoto podrían llegar en cosa de minutos, y el tsunami puede mantenerse activo y peligroso durante muchas horas (10 horas). Por lo tanto, todas las personas que sienten un movimiento sísmico que dure más de 30 segundos y que les cueste mantenerse en pie, y se encuentren en zona de inundación deben evacuar de manera inmediata y ordenada hacia las zonas de seguridad de la ciudad. Es vital mantener las vías de evacuación señalizadas y despejadas. En particular las salidas de evacuación de establecimientos educacionales y de salud deben estar expeditas para una reáccion rápida de evacuación.
La resiliencia de una ciudad frente a eventos extremos como terremotos y tsunamis, se logra contando con una ciudadanía más informada y preparada. El objetivo de hacer este martes 23 de octubre, a las 11.00 AM en Plaza Prat, un encuentro ciudadano llamado “Comunidad+Ciencia. Iquique preparado frente a terremotos y tsunamis”, es ayudar a que Iquique, se transforme en una ciudad referente tanto a nivel nacional e internacional en la preparación frente a terremotos y tsunamis. Invitamos a pensar que Chile necesita a Iquique + preparado.
Dr. en geología Gabriel González
Subdirector de CIGIDEN
Académico de la Universidad Católica del Norte