Fortaleciendo la colaboración científica entre Chile y Japón para el estudio de terremotos y tsunamis

El 16 de agosto, el Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastres (CIGIDEN) recibió a dos investigadores residentes en Japón, para compartir los recientes avances en la investigación de terremotos y tsunamis. 

Por Gabriela Cortés Villarroel, periodista de la Unidad de vinculación, educación y divulgación de CIGIDEN (gabriela.cortes@cigiden.cl)

A pesar de la lejanía entre ambos países, Chile y Japón comparten muchas cosas en común: un entorno tectónico similar, dado por las zonas de subducción. A raíz de esto, existe una colaboración internacional histórica entre científicas y científicos, quienes comparten sus conocimientos para un mejor entendimiento de estas amenazas de origen natural y, así, mejorar la respuesta de la ciudadanía.

En el mes de agosto, el director de CIGIDEN, Rodrigo Cienfuegos, organizó un workshop en el que participó el investigador y profesor emérito del Earthquake Research Institute de la Universidad de Tokyo, Kenji Satake junto al investigador Yuchen Wang del Research Institute for Marine Geodynamics (IMG) de la Agencia Japonesa para Ciencia y Tecnología Marítimo-Terrestres (Jamstec). 

Ambos presentaron resultados de investigaciones recientes respecto a terremotos y tsunamis, incluyendo el último terremoto de Nankai, el cual provocó que se activara una advertencia por el aumento de probabilidades de un megaterremoto por parte de la Agencia Meteorológica de Japón (JMA) basado en los registros históricos de sismos pasados. 

Fortalecimiento de las relaciones internacionales

El científico Kenji Satake explicó que “ los intervalos de recurrencia de los grandes terremotos son muy largos, de décadas a siglos, por lo tanto, necesitamos información histórica y geológica para estimar la recurrencia” esto, para poder identificar sus ciclos y asociar probabilidades.

Destaca que tener conocimientos compartidos, entre lugares que son similares, como Chile y Japón, “son útiles para estudiar cada uno de los países” dijo, reconociendo, por ejemplo, estudios como los que identificaron las características del terremoto de 1730 gracias a registros japoneses. 

“Chile experimentó el terremoto del Maule de 2010, y Japón sufrió el terremoto de Tohoku de 2011. También se registraron eventos en los respectivos países, indicando que en el pasado es probable que los acontecimientos también quedaran registrados en documentos históricos”, explicó. A partir de estos estudios de acontecimientos pasados, se pueden estimar las probabilidades futuras de grandes terremotos y tsunamis. “Necesitamos seguir intercambiando nuestros conocimientos y experiencias científicas”, expresó Kenji Satake.

Cabe recordar que el terremoto y tsunami del Maule el 2010 marcó el comienzo de CIGIDEN como Centro de excelencia Fondap. El director Rodrigo Cienfuegos destaca que “la misión ha sido desarrollar investigación científica de nivel mundial, transferirla, aplicarla y enriquecerla a través de intercambios y diálogos permanentes con instituciones públicas encargadas de la Gestión del Riesgo de Desastres y la sociedad civil en general”.

De hecho, gracias a la colaboración con Japón que se estableció con el Centro, y que además tomó más fuerza con el terremoto y tsunami de Tohoku el 2011, “hoy somos un país reconocido a nivel global por su moderno sistema de alerta operado por el SHOA”, explicó el director, agregando que CIGIDEN también ha logrado un amplio posicionamiento por sus contribuciones en estas temáticas, como lo fue en el año 2023, cuando el Centro fue reconocido con el premio Hamaguchi por parte de Japón.

Dr. Kenji Satake junto al investigador CIGIDEN Jorge Crempien.

Tsunami, un desafío en común

En la misma línea, sobre la colaboración internacional entre ambos países, Yuchen Wang destacó que “la investigación científica requiere colaboración internacional para abordar desafíos comunes”  ya que  tanto Japón como Chile “tienen amplia experiencia en esta área, por lo que compartir el conocimiento científico es beneficioso para avanzar en mejorar la técnica”.

También hace hincapié en los dispositivos de observación de tsunamis con los que cuentan ambos territorios, ya que estos proporcionan abundantes datos para la investigación. De hecho, Wang ha trabajado directamente con investigadores de CIGIDEN para estudiar las características de la resonancia de tsunamis de campo lejano, centrándose en los terremotos ocurridos en la Fosa Perú-Chile y las consecuencias de la resonancia en estaciones costeras de Japón. 

Algunos de los trabajos colaborativos con entre CIGIDEN y Japón: