La reflexión llevada a cabo el primero de septiembre se estructuró en torno a 20 presentaciones, divididas en cuatro grandes mesas de diálogo, con los temas: “Riesgos Naturales”, “Riesgos Antrópicos”, “Red de vigilancia y monitoreo. Estado del sistema” e “Instrumentos de Planificación y Gestión de Riesgos”.
CONICYT fue una parte integral de la conversación, la que rondó en torno a los proyectos patrocinados por el centro de estudios y Fondecyt. Entre ellos se encontraba el estudio de la geógrafa Carolina Martínez. Para ella, la elección de la región del Bío Bío como sede del encuentro se debe a razones puntuales: “los proyectos Fondecyt mío y de los colegas que organizamos el evento tienen sus áreas de aplicación principalmente en la costa de esta región”, asegura Matínez, quien junto a sus colegas disertaron en torno al proceso de recuperación de la costa post terremoto desde el punto de vista geomorfológico y social y, por otro lado, desde la visión de las inundaciones fluviales.
Hay que recordar que la zona ha sido fuertemente afectada por desastres naturales, tales como el terremoto de 2010, por lo que fue un lugar ideal para llevar a cabo estudios y generar conocimientos en torno a la planificación y gestión del riesgo.
“Como Comité Organizador, hemos creído necesario que la comunidad local preste especial atención a estos temas, dado su enorme significado ambiental, económico y social, y cuyos efectos se han reflejado en los desastres que han ocurrido en la región durante los últimos 10 años”, dice la geógrafa, para quien esta instancia fue una gran oportunidad para ofrecer un espacio de diálogo acerca de la gestión de los riesgos ambientales en la región. El seminario tenía como uno de sus principales objetivos generar, desde la mirada científica, transferencias de conocimiento en torno a la Planificación y Ordenamiento del Territorio.
Para la experta, el principal desafío que enfrenta la región es cómo generar un proceso eficiente de reconstrucción con miras a la proyección futura de una sociedad resiliente. “Esta zona es particularmente importante porque aquí existen ambientes costeros de gran valor natural y paisajístico que es necesario conservar y manejar racionalmente debido a sus funciones ecosistémicas”, y argumenta que hay que tomar las precauciones pertinentes para evitar que un desastre natural futuro, arrase con la zona.
En torno a los desafíos futuros que los académicos deberán abordar, Martínez cree que “el trabajo interdisciplinario tal como está concebido en CIGIDEN es vital para generar estudios aplicados a la reducción del riesgo de desastres. Por ahora seguimos avanzando en estudios de riesgo específicos en la zona, en especial en San Pedro de La Paz y esperamos incorporar el potencial de evacuación, línea que está desarrollando el Dr. Jorge León y Loreto Tamburini que apoyan la línea 5 de CIGIDEN”. Un aporte que a juicio de Martínez puede ser vital para evitar y prevenir las consecuencias nefastas de futuros desastres naturales.
Nota de Juan Pablo Casado