Bajo la premisa de que si bien ha habido progresos sustanciales en la ciencia y la tecnología hacia una mejora en el rendimiento del entorno construido y los desastres naturales; pero que los últimos siguen siendo los responsables de la pérdida de la vida de cientos de personas, la interrupción de las redes de comercio y financieras, propiedad dañada y pérdida de la continuidad de negocios y servicios básicos; fue que se desarrolló el primer International Workshop on Resilience, organizado en el Politécnico de Turín, Italia.
El investigador de la línea de Información, comunicación y tecnologías para la gestión de desastres de CIGIDEN, Gonzalo Bacigalupe, viajó junto a Devin Atallah de la línea de Gestión de desastres y respuesta a la emergencia; y la investigadora post doctoral de la línea de Evaluación de vulnerabilidad y riesgo de sistemas físicos y sociales, Philomène Favier, para participar de las distintas sesiones de taller y conversación, y además presentar los trabajos: “Emerging technologies: enablers of resilience in natural disasters” y “Re-conceptualizing resilience in disasters from transdisciplinary perspectives”. Ambas exposiciones abordan los conceptos de resiliencia y desastres naturales desde una mirada interdisciplinaria.
El académico de la UC y de la Universidad de Massachusetts, cree que la presentación del equipo de CIGIDEN fue positiva, ya que planteó el concepto de resiliencia desde una esfera que lo conecta con la realidad social: “Creo que la experiencia de CIGIDEN es buena comparada con la de otros países en el hemisferio norte y Asia considerando los recursos que tenemos. Nuestras ponencias fueron bien recibidas. La ponencia sobre resiliencia fue la única que avanzó hacia una conceptualización compleja del concepto, más allá del cálculo matemático”.
Bacigalupe presentó una disertación en el uso comunitario de la tecnología durante desastres naturales; “nuestro trabajo apuntaba a mostrar cómo se producen procesos de convergencia de personas y materiales a una área de desastre y contar qué nos dicen las personas que usan de modo positivo las redes sociales durante esos eventos”, explicó. Además, se mostró la experiencia del uso de drones en Tocopilla y Valparaíso por parte de la ciudadanía, lo que generó un proceso de empoderamiento ante los escenarios catastróficos ocurridos en aquellas localidades.
Otros de los puntos altos del viaje a Italia fue la visita del grupo de investigadores a la ciudad de Ispra, donde hay una sede del European Joint Research Centre. Ahí se aborda la temática de la resiliencia desde diversas miradas, tales como la del cambio climático, los desastres y las nuevas fuentes de energía. Otro de los destinos visitados fue el Laboratorio Europeo del Riesgo, centro que utiliza la tecnología y las plataformas digitales como herramientas de ayuda para la investigación y la toma de decisiones ante escenarios de crisis que suponen altos niveles de riesgo.
“Chile es un laboratorio natural para la investigación en torno a las amenazas y riesgos”, Gonzalo Bacigalupe piensa que en el país falta muchísimo por avanzar en el área, tanto en la inversión de recursos como en la preparación de profesionales que permitan avances en el estudio de estos fenómenos. Puntualmente, el profesor cree que “una de las cuestiones en las que necesitamos avanzar, parecido a lo que pasa en otros países, es en una perspectiva de género respecto a los desastres y crisis. Necesitamos equipos de investigadores en donde hay un balance substancial de hombres y mujeres. De hecho lo hice notar en la conferencia, la ausencia de este balance era evidente y lo planteé en una de las reuniones en el centro de investigación. Los desastres son el resultado de la desigualdad y la de género es una de ellas”.
Por Juan Pablo Casado y Alejandra Pavez