CIGIDEN junto a ONEMI organizó la exhibición La Naturaleza se Rebela que se presentó durante marzo de este año. Dirigida a escolares, este fue un primer intento en Chile de incentivar la educación sobre la reducción del riesgo de desastres a nivel escolar con una exposición integrando tanto los aspectos naturales, de infraestructura, y prácticas sociales que definen un desastre. La naturaleza se rebela pero los desastres son un producto humano. A la entrada de la exposición se encontraba una línea de tiempo señalando los sismos de una magnitud mayor o igual a 7 y destacando los principales terremotos como el de Valdivia de 1960 o el de Valparaíso de 1730. Este diagrama histórico buscaba que los escolares reflexionaran sobre la frecuencia de terremotos que tuvieron impacto sobre las comunidades y los factores que influyen en que un terremoto se convierta en un desastre.
En la muestra varios simuladores proveían a los niños la capacidad de entender el impacto de las amenazas naturales en Chile. Un simulador de tsunami—el TsunamiLab, proyecto en colaboración con INRIA Chile—permitió a los asistentes entender esta amenaza de una manera global. Así, al visualizar el océano actuando como una sola masa de agua, podían comprender cómo un mismo tsunami podría afectar algunas costas tan lejanas como la de Chile y de Japón. Otros módulos presentaron videos de simulaciones de proyectadas sobre una maqueta tridimensional de las ciudades conteniendo una visualización realista de los posibles efectos de un tsunami en Iquique, Valparaíso o Chañaral. Además de estos simuladores, los asistentes pudieron informarse sobre el Centro de Alerta Temprana de ONEMI (CAT), y el proyecto de señalética GUEMIL.
Al final de la exposición, los niños tuvieron la oportunidad de escribir sus preguntas estimuladas por la exhibición. Niñas y niños se mostraron muy entusiasmados con lo que pudieron observar. Varios de ellos a la pregunta ¿Qué te gustaría saber más? No dudaron en simplemente responder: Me gustaria saber mucho. Me gustaria saberlo todo. Algunos escribieron preguntando cuestiones potentes acerca de los fenómenos naturales extremos. Muchos de los niños tenían preguntas acerca de las características del fenómeno natural (incendios, tsunamis, terremotos) así como de los significados representados en las distintas simulaciones. ¿Porqué se mueven las placas tectónicas? ¿Cuál es el tsunami más grande del mundo? ¿Por qué los tsunamis se provocan por los terremotos? ¿Pueden los tsunamis llegar a las partes más altas? Los niños además comentaron sobre el diseño de los materiales exhibidos. ¿Qué significan todos los mapas con colores? ¿Qué significa cada color en los mapas que muestran un sismo?
Esta primera exposición demuestra las tremendas posibilidades que tiene este tema para estimular la educación en distintos ámbitos de la ciencias naturales y sociales. La exposición dejó en evidencia el interés por preguntas científicas que debieran estar al centro de la educación de todos. Develó también la gran deuda que los científicos y la sociedad en general tiene para generar espacios de conocimiento estimuladores y atractivos para los niños y jóvenes. Esperamos que esta exhibición fuera uno de muchos pasos en esa dirección. La educación en la reducción del riesgo de desastres es fundamental en nuestro país y ofrece una tremenda oportunidad y desafío para el diseño e implementación de currículos educacionales aplicados a nuestra realidad.
Gonzalo Bacigalupe, Investigador Principal