Las amenazas de origen natural pueden causar importantes daños en las infraestructuras críticas como la red vial. Esto implica efectos en las carreteras, en las actividades productivas y para las personas que viajan por ellas. Un grupo de investigadores CIGIDEN propone un marco de riesgo para evaluar las consecuencias operativas en las redes de carreteras interurbanas expuestas a la amenaza sísmica.
“El propósito del artículo, diría que es múltiple. Por una parte, busca cuantificar el riesgo en términos tiempos de viaje, es decir, para una mirada probabilística de la ocurrencia de 50 mil escenarios sísmicos, queremos estimar cuál es la probabilidad de que el tiempo de viaje aumente y cómo aumenta en relación a los distintos tipos de eventos”, explica la investigadora principal de CIGIDEN y académica de ingeniería UC, Alondra Chamorro.
Sensitivity analysis and uncertainty quantification of a seismic risk model for road networks es el nombre del artículo científico que resume esta investigación y que fue publicado en el journal Computer-Aided Civil and Infrastructure Engineering. Este estudio, además, constituye la tesis con la que el investigador CIGIDEN Eduardo Allen, obtuvo recientemente su Magíster en Ciencias de la Ingeniería en la Pontificia Universidad Católica.
Evaluación de riesgo
De acuerdo al ingeniero, esta investigación se centra en el desarrollo de un modelo para la evaluación del riesgo de redes viales, que considera la evaluación probabilística de la amenaza, la evaluación de la fragilidad de la infraestructura de transporte, como puentes, túneles y caminos, pero también la evaluación de la red en términos de tiempos de viaje.
El estudio, donde también participaron los ex investigadores CIGIDEN Alan Poulos (UC), Sebastián Castro (UC), y los investigadores CIGIDEN: el decano de Ingeniería UC Juan Carlos de la Llera y Tomás Echaveguren (U. de Concepción), hace una evaluación a la conexión desde la ciudad de Santiago con los puertos de San Antonio y Valparaíso.
“La ruta Santiago-San Antonio es bastante sensible a eventos extremos sísmicos, debido a qué tiene poca redundancia, es decir, hay pocas vías alternativas, sumado a que se observa una mayor fragilidad en las cercanías al puerto de San Antonio”, advierte Alondra Chamorro. Eduardo Allen agrega, que a lo largo de la investigación, se observaron conexiones con menores redundancias, sin embargo, las redes que tienen mayor redundancia se ven afectadas por el mayor volumen de tráfico.
Impacto económico
Según los investigadores, lo que permite el método propuesto en el artículo y la modelación del caso de estudio, es identificar cuáles son las rutas más críticas y sensibles a generar impactos en el traslado entre Santiago y los puertos y a partir de ello, identificar qué sectores de los caminos pueden ser sujetos a una mejora. “Si las rutas críticas fallan o presentan algún grado de deterioro, generan un impacto enorme en la red en términos de viaje y eso a su vez un impacto económico muy importante para el país”; asegura la ingeniera UC, Alondra Chamorro.
Los resultados de la investigación demuestran que los parámetros que más influyen en el riesgo son la fragilidad, la pérdida de capacidad de la carretera y el volumen de tráfico. Por esta razón, complementa la experta, “en términos de política pública y pese a que es un artículo científico publicado en una revista de alto impacto, este trabajo es muy valioso porque que demuestra que la aplicación es viable y se traduce en identificar rutas más o menos riesgosas, lo cual conlleva a estrategias de mitigación para la gestión del riesgo de desastre sísmico más efectivas y avaladas por la ciencia”.