Seminario sobre salud mental en situaciones de desastres: “Adaptando el concepto japonés de Kokoronokea a Chile”

Tras el terremoto del 27 de febrero de 2010, el gobierno de Japón prestó cooperación técnica a Chile en varios temas, uno de ellos salud mental en desastres y pese a que el año siguiente fue Japón el que se vio afectado por un terremoto, la colaboración continuó hasta el año 2012 con éxito.

Al año siguiente, con el surgimiento de CIGIDEN, el Centro le propuso a JICA continuar con el trabajo en salud mental, junto al Ministerio de Salud y la ONEMI, esta vez en la adaptación del modelo japonés a Chile. Así, en 2014 JICA aprobó por tres años el proyecto “Adaptación de Kokoronokea a un modelo Chileno de protección y cuidado de la salud mental en emergencias y desastres”, y el pasado 21 de junio, se realizó el primer seminario de difusión del proyecto, que contó con la asistencia de más de 360 personas, incluidas delegaciones y profesionales de diversas partes de Chile y de países como Perú, Uruguay, Brasil, Argentina y Costa Rica, entre otros.

El investigador de la línea de Gestión de desastres y respuesta a la emergencia de CIGIDEN, Humberto Marín, fue el encargado de dar inicio a las exposiciones en representación de los 28 chilenos que forman parte hoy del proyecto y que han viajado a conocer la experiencia japonesa, así como también en representación del equipo de CIGIDEN que trabaja en el proyecto, conformado además por Nadia Egas, Katitza Marinkovic y Paula Cortés.

Kokornokea, que significa cuidado del corazón en japonés y en su adaptación a Chile, cuidado de la salud mental; busca en esta etapa generar un modelo de protección y cuidado de la salud mental en emergencias y desastres, que sea válido y utilizado por los distintos organismos del área de la salud; basado en evidencia científica, moderno y diferenciado de acuerdo a las necesidades propias de Chile; y dos de los puntos más destacados: que incorpore al voluntariado y que no sea aplicado solo a grandes desastres, sino que también a emergencias(atropellos, asaltos, incendios o accidentes de tránsito), destacó Marín.

Según los planteamientos de Kokorokea, este debe enfocarse en tres estreses o momentos relacionados al desastre. El primero es el miedo a lo desconocido y desde la perspectiva japonesa, la salud mental comienza en este momento para disminuir este miedo, lo que se logra con información. Luego se preocupa de la perdida, que es cuando ya vino el desastre y me doy cuenta que perdí algo. Y por último, del cambio en el estilo de vida, porque la persona ya no es la misma, tiene que adaptarse y comportarse de una manera nueva.

En este contexto, la importancia de este modelo y de su adaptación para Chile, tiene que ver también porque platea un trabajo para antes, durante y después de un desastre o una emergencia. “La evidencia científica enfatiza que la preparación de la persona y la comunidad aumenta los niveles de resiliencia y disminuye la vulnerabilidad”, explicó Katitza Marinkovic, también colaboradora del proyecto y parte del equipo de CIGIDEN.

Durante el seminario y toda esa semana, se contó además con la visita y participación de los expertos japoneses del Instituto de Hyogo para el Estrés Traumático de Japón, los doctores Hiroshi Kato (Director) y Tomoko Osawa (Investigadora principal). Ellos junto a integrantes del proyecto “Kokoronokea” se desplazaron hacia la VIII Región, donde se realizó un segundo seminario, similar al de Santiago, y al que asistieron aproximadamente 140 personas, todos integrantes del Sistema Nacional de Protección Civil Regional.  Esta visita a la región del Biobío incluyó un recorrido por Dichato, donde expertos, profesionales y vecinos pudieron intercambiar opiniones, estrategias y experiencias frente a la ocurrencia de desastres en nuestro país.

Las presentaciones de este seminario están disponibles aquí.