El ecosistema costero en Chile está sufriendo alteraciones asociadas al cambio climático. El aumento del nivel del mar, cambios en la frecuencia e intensidad de las marejadas, alteraciones en el régimen de precipitaciones y variaciones en las corrientes oceánicas, han generando una serie de impactos relacionados con la erosión de las playas, la alteración de humedales costeros y afectación de ciudades costeras.
A pesar de este contexto en Chile, “el país no cuenta actualmente con las capacidades tecnológicas para monitorear continua y sistemáticamente la zona costera, que permita contar con información, indicadores y métricas para realizar diagnósticos y seguimientos del estado hidro-morfodinámico de playas y humedales”, afirma Rodrigo Cienfuegos académico de Ingeniería UC, director de CIGIDEN y del nuevo proyecto FONDEF: El SIstema de Moniitoreo y Anticipación de la Resiliencia Costera – SIMONA Costa.
Procesos dinámicos naturales
“Chile tiene brechas particularmente críticas con respecto a las zonas costeras. Por un lado, este espacio costero recibe una mayor presión antrópica, existe una valoración social creciente de la costa y el mar como espacios naturales de protección, conservación y restauración y, finalmente, estamos viviendo una alteración de procesos dinámicos naturales, debido al cambio climático y que requieren de datos e información a alta resolución espacio-temporal para su mejor comprensión”, explica el ingeniero hidráulico UC.
Por lo tanto, complementa el experto CIGIDEN, SIMONA Costa, está conceptualizado como la integración de un sistema de adquisición de imágenes, proyección de estas imágenes al mundo real, módulos con pronóstico de variables climáticas y oceanográficas, y algoritmos de aprendizaje de máquina para ir “aprendiendo” continuamente a medida que la base de datos crece. El proyecto contempla metodologías participativas, para apoyar el desarrollo de nuevos indicadores y métricas para la zona costera que apoyen el desarrollo de nuevos modelos de gobernanza.
De acuerdo a Cienfuegos, en términos generales, el proyecto contribuirá a reducir la enorme brecha de datos e información existente en zonas costeras, lo que beneficiará no solo el trabajo científico para la comprensión de procesos hidro-morfodinámicos, sino que potenciará decididamente, el desarrollo de indicadores, métricas y herramientas para la toma de decisión política, legal, gestión y operacional. Todo esto sobre la base de un proceso iterativo de diálogo entre investigadores y distintos actores entre usuarios, legisladores, instituciones públicas y fundaciones.
Gestión integrada de playas y humedales
Además de proyectar la transferencia de la investigación fundamental y aplicada que los equipos de I+D del proyecto, se espera con esta iniciativa obtener al cabo de la ejecución del proyecto, “una base de datos con registros diarios de la línea de costa y línea de más alta marea alojados en un servidor central para la desembocadura del Estero Nilahue en Cáhuil y para la c (Región de O’ Higgins). Y, por otro lado, generar un Dashboard Web para acceder a indicadores y métricas relevantes, visualizarlos y realizar análisis que apoyen los procesos de toma de decisión en relación a la gestión integrada de playas y humedales”, complementa el académico UC.
El proyecto que será desarrollado por la Pontificia Universidad Católica de Chile, la Universidad Santa María, y el Marine Energy and Innovation Center (MERIC), con la colaboración del programa GEF Humedales del MMA, y las Fundaciones Punta de Lobos, Rompientes, Cosmos, Sendero de Chile, fue formulado por Rodrigo Cienfuegos (CIGIDEN/MERIC-UC), Carolina Martínez (CIGIDEN-UC), Patricio Catalán (CIGIDEN-USM) y Felipe Lucero (MERIC-UC).