En países con una alta exposición a amenazas naturales como Chile es relevante considerar mecanismos de evaluación del riesgo físico para redes viales y enmarcarlo en un sistema de gestión, que permita a las instituciones tomar decisiones oportunas y así disminuir los efectos negativos. Con esa premisa, el investigador CIGIDEN Eduardo Allen comenzó su trabajo de tesis para optar por el Magíster en Ciencias de la Ingeniería PUC.
El objetivo de la investigación, –que fue finalista del premio Abertis Chile de Investigación sobre Gestión de Infraestructuras del Transporte y Seguridad Vial– fue proponer una metodología para la cuantificación del riesgo a partir de modelos de amenazas (sísmica y volcánica), y de fragilidad de activos viales. El primer paso fue establecer el modelo de riesgo para la red vial dada la fragilidad de sus elementos y la exposición que presentan frente a eventos naturales.
El trabajo de Eduardo Allen, se enfocó básicamente en obtener las curvas de riesgo para conexión interurbana de las regiones Metropolitana y de Valparaíso que considera el aumento de tiempo de viaje entre la capital y los principales puertos de la zona de estudio, con una amenaza sísmica. Y la zona de Villarrica, donde se cuantificó el impacto en la operación de la red, medido en tiempos de viaje, para diferentes volúmenes de lahar de acuerdo al estudio presentado en esta investigación con la probabilidad de que ocurriera una erupción volcánica.
Redes viales
Cabe recordar que las redes viales son sistemas complejos constituidos por diferentes componentes como puentes, caminos, túneles, muros de contención, pendientes, tránsito, entre otros. “Estas tiene tienen la finalidad de brindar accesibilidad y movilidad, no solo en términos de satisfacer la demanda de transporte, sino también en facilitar la recuperación después de eventos disruptivos como eventos de origen natural”, dice el investigador CIGIDEN – UC en sus tesis.
A juicio del investigador, esta tesis responde a un problema real que tiene Chile, sin embargo, ha sido poco estudiado. “Cuando ocurre un evento natural –terremotos, tsunamis, erupciones volcánicas, aluviones– la infraestructura vial sufre cortes o colapso y eso produce efectos para todos, pero de alguna manera se normaliza. Mi tesis de investigación apunta a la evaluación de consecuencias operacionales producto de diferentes eventos naturales”, confirma el experto.
Las consecuencias, complementa Allen, las evaluamos en términos de tiempos de viaje de los usuarios y el caso de estudio es para la red vial de la zona central de Chile, donde evaluamos los potenciales aumentos de tiempos de viaje entre Santiago y los principales puertos de la Quinta Región. Destacaría de la tesis, además, que puede ser utilizado como una herramienta para medir qué tan susceptible es cierta red vial frente a la amenaza de eventos naturales y, al mismo tiempo, permite evaluar cómo se puede fortalecer y aumentar la redundancia para reducir sus efectos.
Recomendaciones para la GRD
Finalmente, la tesis investigación plantea una serie de recomendaciones para la gestión de activos viales cuando existe presencia de amenaza natural como la incorporación de la evaluación del riesgo físico en la gestión vial, especialmente considerando la alta exposición que existe a amenazas sísmicas, volcánicas e hidrometeorológicas en los diferentes territorios chilenos.
“Mi tesis recomienda, además, estudiar la redundancia de la red entre puntos estratégicos. Se demostró que la red vial que conecta la ciudad de Santiago con el puerto de San Antonio, presenta una alta fragilidad y las consecuencias en términos de aumentos de tiempos de viaje es considerablemente superior a la red que conecta la capital con el puerto de Valparaíso”, advierte el investigador CIGIDEN.
Con respecto al reconocimiento que obtuvo, cuya premiación fue realizará el lunes 16 de noviembre, Eduardo comenta que está orgulloso por el premio, pero sobretodo por haber contribuido a la gestión de infraestructura frente a amenazas naturales para Chile y que fuera valorado por diferentes expertos. “El premio, agrega el investigador, es una motivación para seguir desarrollando modelos que permitan cuantificar y mitigar los efectos de eventos naturales en la red de transporte”, asegura Allen.