Yang Villalobos, estudiante de geología de la Universidad Católica del Norte, fue calificado con nota máxima en el examen de título desarrollado en el marco de las investigaciones del Centro de Investigación Integrada para el Riesgo de Desastres, CIGIDEN.
El acantilado costero del norte de Chile es un rasgo geomorfológico caracterizado por una gran altura (1000 metros de alto) y una fuerte pendiente inclinada hacia el océano Pacífico. A los pies de esta acantilado, se ubican las principales ciudades costeras del norte como Iquique, Tocopilla y Antofagasta, e incluso las vías de comunicación terrestre que conecta a estas ciudades.
Para estimar el problema de la estabilidad del acantilado costero en el norte de Chile ante agitaciones sísmicas producidas por terremotos de subducción y reconocer los sectores más susceptibles de deslizamientos –de tipo falla rotacional con remociones de grandes volúmenes de roca durante un evento sísmico–, el estudiante de la Universidad Católica del Norte, Yang Villalobos, realizó una tesis de título llamada “Caracterización del peligro geológico en el talud del acantilado costero en la cordillera de la costa, Norte de Chile (18°S – 24°S), mediante un análisis de estabilidad pseudo-estático”.
Esta memoria –que obtuvo calificación máxima y se desarrolló en el marco de las investigaciones de CIGIDEN, específicamente la línea que aborda sobre amenazas por proceso de tierra sólida–, fue dirigida por el investigador del centro Gabriel González. “La memoria es un punto de partida para identificar y evaluar posibles escenarios de peligro geológico en sectores susceptibles de experimentar eventos de remoción en masa. La metodología aplicada en este estudio permite extrapolar el ejercicio a otras zonas del país y sin duda es posible que CIGIDEN mediante este tipo de investigaciones, pueda generar mapas que caractericen el peligro geológico que ayuden en la generación de planes reguladores comunales e intercomunales, optimizando el ordenamiento territorial, además de prever posibles eventos catastróficos”, advierte el también académico de la Universidad Católica del Norte, Gabriel González.
Villalabos, distinguió en la investigación dos zonas de mayor susceptibilidad de experimentar deslizamientos: la primera está ubicada al norte de Iquique, en el sector de Caleta Buena, y comprende 33 km de talud. Aquí, cuenta el estudiante, el acontecimiento de un deslizamiento rotacional múltiple, como de los que se tiene registro en la zona (Caleta Buena), solo sería causal de peligro tsunamigénico local y no afectaría ninguna localidad aledaña. Para desencadenar este tipo de remoción, el movimiento sísmico debe generar aceleraciones del suelo superiores a 0.4 veces la aceleración de gravedad.
La segunda zona, en tanto, se encuentra ubicada al sur de Iquique, en el sector denominado los Verdes, y comprende 72 km de talud. “Esta corresponde a la zona de mayor interés debido al peligro geológico presente, pues la ocurrencia de un deslizamiento del tipo avalancha como los que se tiene registro en la zona (Los Verdes, Caleta Santiago y Caleta Ligate), podría obstruir la principal ruta de conexión de la ciudad de Iquique con el resto del país. Para que ello ocurra, el movimiento sísmico debe generar aceleraciones del suelo superiores a 0.5 veces la aceleración de gravedad. También una zona crítica detectada es la ruta A-16 entre Iquique y Alto Hospicio, un colapso del talud del Acantilado Costero en estas dos zonas podría dejar aislada la ciudad de Iquique por ambas rutas”, resume Yang Villalobos.
* Esquema morfológico de los deslizamientos de tipo avalancha. a) visualización de las principales características morfológicas distinguibles; escarpes en forma de herradura, depósitos de deslizamientos. b) modelo conceptual de los depósitos de deslizamiento.