Indonesia, es un territorio extremo desde el punto de vista geológico y demográfico. Tres grandes placas tectónicas se juntan bajo su territorio, se contabilizan 150 volcanes activos en esta zona, sumada a una infinidad de fallas sismogénicas. Indonesia –archipiélago que en la noche del sábado fue arrasado por un sorpresivo tsunami de origen volcánico–, es una de las zonas de subducción más largas del planeta (6.800 kilómetros de largo). Pero, además, es un país densamente poblado, alrededor de 230 millones de habitantes).
Más que un territorio único, indonesia es un archipiélago con más de 17.000 islas, ubicadas entre el océano Índico y el océano Pacífico. Este cóctel geográfico es una de las claves para entender el enorme nivel de exposición a eventos naturales potencialmente catastróficos de este singular país. En efecto, Indonesia ha vivido las peores catástrofes naturales de los tiempos modernos: la erupción del volcán Krakatoa en 1883 y el terremoto con el posterior tsunami de 2004 que dejó 275.000 víctimas.
El volcán Krakatoa, responsable de este nuevo desastre de origen natural, se ubica sobre la zona de subducción formada por la convergencia entre la placa australiana y la placa euroasiática. El volcán está a escasos 158 kilómetros de Jakarta, la cuarta ciudad más poblada del Mundo. La erupción de 1883 desató varios tsunamis destructivos, cuyas alturas de ola se estiman en 40 metros, causando a muerte de 36 mil personas.
Es el mismo volcán que el día 22 de diciembre entró en erupción, derivando en un deslizamiento de tierra submarino que generó el mortal tsunami. El territorio de Indonesia puede ser definido desde el punto de vista geológico como una “tierra extrema” que está viendo nacer una cordillera similar a la de los Himalayas. La que se formará cuando en unos millones de años más, por convergencia de placas, la gran placa australiana entre en colisión con la parte suroriental de la placa euroasiática. Por ahora los habitantes de Indonesia solo deben trabajar su y armonizar con esta tierra extrema.
INFOGRAFÍA: SEBASTIÁN SALDAÑA/CIGIDEN
FOTOGRAFÍA: NURUL HIDAYAT/AP